viernes, 20 de abril de 2012


Nueva opción para las lesiones meniscales: Trasplantes meniscales.

Sabemos, a través del conocimiento anatómico y biomecánico, de la importancia de la función de los meniscos en el desempeño de la articulación de la rodilla.
Destacamos entonces que sus funciones más importantes son la distribución uniforme de las cargas entre el fémur y la tibia, la absorción de fuerzas de choque y su distribución a la estabilidad articular, y la protección del cartílago articular adyacente.
Sin embargo, ante diversas lesiones congénitas, traumáticas o degenerativas que comprometen gran parte de la estructura meniscal, muchas veces el cirujano se ve en la necesidad de realizar una menisectomía total o casi total, lo que condena a muchos pacientes a la aparición de cambios degenerativos del compartimiento afectado, con una limitación progresiva de la actividad física y las actividades de la vida diaria por el deterioro progresivo de la articulación.

La cirugía meniscal actual está orientada a resecar parcialmente las lesiones sintomáticas, o mejor aún, a repararlas mediante suturas, respetando al máximo la porción de menisco sano con el objetivo de conservar sus funciones, promoviendo así la preservación y durabilidad de las superficies articulares.
A pesar de todas esas buenas intenciones, las menisectomía terminan generando los deterioros antes detallados, y es por ello que la medicina actual trabaja en el Trasplante Meniscal, de parte de un donante cadavérico, como nueva opción.

Los cirujanos afirman que deben ser pacientes menores de 50 años aquellos que deben someterse al trasplante, y que hayan tenido una menisectomía previa de más del 60 % del total meniscal, y además ser sistomático.
Previamente, será necesario reparar las lesiones del cartílago, mediante mosaicoplastía, trasplante antólogo de condorcitos, o trasplantes osteocondrales masivos, las alteraciones de la estabilidad articular, mediante reconstrucción ligamentaria, y del eje, a través de una osteotomía.
Por otra parte, se cree que la cirugía no debe retrasarse, para evitar los deterioros articulares.

El menisco donado consta de toda su superficie, sumado a un puente óseo. La técnica quirúrgica consiste en realizar un surco tibial para insertar dicho puente, que irá sostenido por uno o dos tornillos. Es importante realizar estudios de compativilidad e infecciosos.



Rehabilitación:

La protección de la rodilla será más larga que la menisectomía. El paciente usará una férula inguino-maleolar o extensora, y muletas, durante las primeras seis semanas.
En ese período, el paciente realizará ejercicios de flexo-extención para tener movilidad completa al llegar al final de esa sexta semana. También trabajaremos en la fuerza y la propiocepción
Luego de la confirmación de dicha movilidad completa, comienzan los trabajos de fortalecimiento y propiocepción, para llegar al trote suave a partir del cuarto mes.
Al sexto mes, el paciente logrará llegar a la posición de cuclillas o hiperflexión.
Finalmente, el paciente podrá saltar o pivotear desde el noveno mes.  



Licenciado Joaquín Sánchez
Kinesiólogo - Fisiatra

Licenciado Marcelo Alejandro Doce
Kinesiólogo - Fisiatra

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