miércoles, 8 de abril de 2020

Volver al Tenis después de una artroplastía total de rodilla.

Muchos cirujanos ortopédicos aconsejan a sus pacientes disminuir su nivel de actividad después de una artroplastía total de rodilla, por el riesgo potencial del desgaste del polietileno que puede ocurrir, resultando en un fracaso prematuro de su artroplastía. Sin embargo, por el deseo de mejorar su capacidad física después de la cirugía y con una gran proporción de pacientes que son atletas seniors activos, el problema del tipo de actividades en que puede participar un paciente con artroplastía total de rodilla debe ser analizado. En este estudio, pacientes quienes juegan tenis y sufrieron dicha cirugía fueron analizados en sus condiciones de habilidades funcionales y grado de satisfacción. Fueron reclutados por medio de un cuestionario orientados a tres áreas generales: 1) los datos clínicos sobre la artroplastía total, 2) cuestiones generales del tenis, 3) cuestiones específicas del tenis.

Resultados:

28 hombre (39 rodillas artroplastiadas, o sea, algunos bilateral) y 5 mujeres (7 rodillas artroplastiadas) con un promedio de 64 años (de 37 a 86 años) completaron el cuestionario.
Con respecto a la artroplastía, 32 fueron cementadas, 4 no cementadas, y 10 fueron prótesis híbridas. 7 pacientes, que representa el 21%, fueron autorizados por sus cirujanos a participar en singles, a 15 pacientes (45%) se les recomendó su participación sólo en dobles, y los cirujanos se opusieron a que 18 pacientes (55%) jugaran al tenis. El 30% de los pacientes sufrieron la operación específicamente para continuar jugando tenis, el 36% tuvieron la operación para jugar al tenis y tener un alivio de su dolor, y el 33% tuvieron la operación para jugar al tenis y mejorar la movilidad articular.
En el 4% de los pacientes (2) fue necesaria una cirugía de revisión por desgaste del polietileno después de una artroplastía cementada a los 8 y 11 años de la cirugía original.

Sobre las cuestiones generales del tenis, ellos tenían un promedio de 35 años jugando al tenis. Retornaron al juego a los 6 meses en promedio y continuaron jugando singles a un promedio de 2,9 estímulos semanales, y dobles a un promedio de 3,2.

Sobre las cuestiones específicas del tenis, en cuanto a los golpes y componentes del juego, refirieron marcadas mejorías. Los parámetros de movilidad en el juego mejoraron, desde un estado de extrema dificultad con marcada rigidez y dolor a un nivel donde pueden realizar la actividad con mínima rigidez sin dolor. Hubo sin embargo una pérdida de velocidad en el court notada luego de la artroplastía.

Futuros estudios serán necesarios para determinar los efectos a largo tiempo (15 años o más) de la actividad del tenis sobre los cambios clínicos y radiológicos de las artroplastías totales de rodillas. Sin embargo, el elevado grado de satisfacción de los pacientes y la baja tasa de fallos descriptos en este estudio muestran que los pacientes fueron capaces de jugar al tenis regularmente a un nivel competitivo.     
 

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